Las actividades grupales dirigidas que se basan en ejercicios aeróbicos como Sh’Bam, Zumba o Strong o incluso Tonificación están intrínsecamente relacionadas con el ritmo. A menudo, la música que se usa en las clases de fitness tiene un ritmo marcado que nos ayuda a mantener el tempo y seguir el ejercicio con mayor precisión. El ritmo que mantenemos durante toda la clase nos ayuda a practicar bien los ejercicios y, por tanto, a obtener los mejores resultados.
Se dan dos razones principales para seguir la cadencia de la música en las clases dirigidas, por un lado, ayuda al corazón a mantener el ritmo cardíaco según la intensidad de la actividad y, por otro, redirige la atención evitando que nos centremos en la energía y en el cansancio físico.
Si seguir el ritmo nunca ha estado entre tus características, no te preocupes, es algo que se puede mejorar. Estos son algunos consejos para mantener y controlar el ritmo de una sesión:
1. Mantente constante con los ejercicios. Céntrate en seguir los pasos durante toda la clase y toma de referencia al profesional que dirige la actividad. Al aprender los movimientos acabarán siendo automáticos y podrás poner más atención al ritmo.
2. Céntrate en la música. Las canciones que suenan durante las actividades suelen ser muy motivadoras y con ellas te podrás guiar para encontrar el ritmo y mantenerlo. Escuchar canciones que gustan mientras realizamos ejercicio nos anima a seguir moviéndonos.
3. Varía la intensidad. El profesional de la actividad nos indicará cuándo toca un cambio de intensidad, y el cambio de ritmo viene consigo también. Si el anterior no lo has podido captar, tienes una nueva oportunidad con esta nueva fase de la actividad dirigida. Además, hacer intervalos de alta intensidad intercalados con momentos de descanso te ayudará a quemar más calorías y a mejorar tu condición física.
También es importante reconocer como indican varios estudios que escuchar música al hacer ejercicio aumenta el rendimiento un 15% esto incide en que cada día hay más gente a la que le gusta participar en sesiones conjuntas donde el ritmo es uno de los principales protagonistas.
